miércoles, 27 de enero de 2016

EL CUENTO DE LA SEMANA

Como bien sabéis cada semana trabajamos con un cuento. Una de las actividades es que los niños "escriban" el cuento para que os lo cuenten en casa y luego nosotros podamos leerlo en el cole.
Muchos de vosotros nos habéis comentado que no traen el cuento porque no os quieren contar nada. La mayoría de los cuentos no son conocidos por lo que no podéis hacerles preguntas para "tirarles de la lengua" así que para ayudaros os vamos a colgar algún recurso que os permita tener una idea del cuento.
Recordad que os van a contar "lo que han escrito", por lo tanto todo lo que digan será correcto. No les reconduzcáis para que cuenten la historia correcta, no les corrijáis.

1ºA -MONCHO Y LA MANCHA
 A Moncho le gustaba mucho dibujar. Lo Pintaba todo: la cama, la nevera, el abuelo. ¡Un día tuvo su madre que aspirar toda la casa para lograr encontrarlo entre tanto dibujo...Cuando cumplió ocho años le regalaron una caja de acuarelas y se pasó toda la tarde dibujando, hasta que se quedó dormido. Al día siguiente descubrió en uno de los papeles, una pringosa y asquerosa mancha negra. ¿Qué podría ser?, ¿Un ojo?, ¿Un gato?, ¿un estropajo?, ¿un trozo del espacio?,¿una fuga de aceite o de grasa?...
Caminando y caminando Moncho se encontró con una mancha negra, como la suya, que movía el rabo...


2º B -AQUEL NIÑO Y AQUEL VIEJO
Un niño al que sus padres le mandan a pasar una temporada en la aldea; un viejo que, cuando desde la ciudad acude a pescar a la aldea, ve a un niño que parece aburrido; el niño que le observa mientras intenta estudiar y, como le apena que no pesque nada, se las arregla para que las cosas cambien; el viejo que se alegra cuando pesca y decide comprar un juguete al niño...

3ºC ¡MIRA QUE PASO!
Un día vio por la ventana a la gente que pasaba por la calle y se dio cuenta de que andar siempre de la misma manera era muy aburrido. Por este motivo, la protagonista de ¡Mira que paso! decidió inventar una forma diferente de ir por la vida para cada día de la semana. No todas son fáciles, pero descubrió que no siempre la línea recta es la forma más adecuada de ir de un lugar a otro. Los autores del libro, Anne-Claire Lèvêque y Lynda Corazza, juegan con la motricidad y con el concepto de perspectiva y nos advierten con esta historia de la necesidad de huir de vez en cuando delas convenciones, olvidarse de de qué dirán y buscar la forma de que la vida nos resulte un poco más divertida