Estas semanas hemos estado trabajando las máscaras para participar en el concurso que se va a realizar por las fiestas de la familia que se celebran en el colegio.
Ha sido un trabajo largo pero muy divertido ya que cada niño ha creado su propia máscara después de pensar, bocetar y montar. El primer paso fue hacer el boceto, y como la base de nuestra máscara ha sido la tapa de una caja de cartón, primero tuvimos que pensar en cómo plasmar la tapa en papel y cómo dibujar los elementos principales. En el primer boceto dibujamos únicamente la forma de nuestra máscara y los ojos. el siguiente paso fue dibujar los detalles en otro boceto para ir decidiendo qué iba a ser nuestra máscara y lo escribimos para que no se nos olvidase.
Con los dos bocetos pasamos a la acción. Teníamos nuestra tapa y con papel, cinta de carrocero, tapones, rollos de cinta gastados... fuimos construyendo nuestra máscara fijándonos en nuestra idea original. Como necesitábamos que los elementos que añadimos a la tapa estuviesen bien pegados, añadimos una capa de pintura blanca y cola para que la máscara tuviese más consistencia y a la hora de pintarla y decorarla los elementos no se cayesen.
PEGAMOS LOS ELEMENTOS DE LA MÁSCARA
PINTAMOS LA CAPA BLANCA COMO BASE DE LA MÁSCARA
Cuando secó la cola y la pintura elegimos el color del fondo, pudiendo elegir un segundo color para algunas partes como la nariz o la boca. Tras dar esta segunda capa de pintura, pasamos a los detalles como cejas, pestañas o líneas de colores que diesen vida a la máscara. El último paso fue utilizar el negro para los detalles más pequeños y hacer que la máscara resaltase las partes más relevantes. Como veis, ha sido un trabajo que nos ha llevado tiempo pero que ha sido muy satisfactorio quedando 61 máscaras diferentes según las ideas de cada niño. Aquí os dejamos el resultado final.
